Cuento: En el Estrella Puerta del Sol
Aquella tarde de finales de octubre, Genoveve se despidió de Fernando, el padre de su hija, repitiendo la misma frase con que hacía media hora había iniciado la conversación telefónica, que se había desarrollado entre Madrid y Ginebra: “Sí, mañana día 28, cojo el Estrella Puerta del Sol y nos encontramos en París. Sí. En casa de Carlos. Donde siempre, claro, claro”.
Y añadió: “Dos besos: uno de mi parte y otro de la niña. ¡Que ya ha cumplido mes y medio y es la primera vez que va a viajar!”.
Y Genoveve, después de bañar a la niña y dejarla dormida en la cuna, preparó el equipaje, el doble equipaje, dedujo que no hacía falta poner el despertador porque la niña tenía la segunda toma a las ocho de la mañana y el taxi vendría a buscarla a las nueve y media. “ Aún restará media hora para salir. De casa a Chamartín, veinte minutos…
Juan José Fernandez Delgado